El miércoles pasado fue al reciclaje el último CD que tenía en el coche grande. Hacía tiempo que no usaba este tipo de formato en el coche gracias al lector de memorias USB y de iPods que le instalamos al coche al mes de comprárnoslo. En el Clio (nuestro otro coche) hacía tiempo que los había desterrado ya que tenemos una solución similar desde que el lector de CDs falló al de tres años de uso más o menos.
Hoy en día es mucho más cómodo y ligero llevar una memoria USB o un reproductor MP3 con toda esa música que escuchas, sin tener que andar cambiando de disco y llevando una funda para guardar cientos de CDs que acaban estropeándose de estar en la guantera del coche. Subes a casa, cargas un montón de música en MP3 en cinco minutos y listo. Horas y horas de música. Que te cansas de ella, vuelta a cargar y ya tenemos otras tantas horas. Más económico y ecológico, así que todo son ventajas en mi opinión.
Ya se escucha que los Radio-CDs integrados de los coches serán sustituidos por Radio-USBs o como les quieran llamar, más pequeños y más funcionales.
Los tiempos cambian y ya pasamos una transición similar del Radio-Cassette al Radio-CD. Ahora le toca el turno a este último. ¿Qué será lo siguiente?