El tiempo pasa sí, y hace mucho (pero mucho mucho) que no escribo.
Me acuerdo del blog, y me acuerdo de que podría comentar una u otra cosa en él, pero, como siempre, no encuentro el momento en el que sentarme y escribir. Por eso me lo guardo o lo publico a través de una imagen (Instagram) o en un comentario de 140 caracteres en la red social del “pajarito”.
No quiero sin embargo dar un punto y final al blog ya que aunque la plataforma de escribir de una manera más o menos personal no está en su mejor momento (se habla de la muerte de los blog), creo que es algo pasajero y que hay personas a las que le gusta leer detenidamente las historias más o menos personales o que incluso han llegado allí por compartir cierto gusto, afición o curiosidad.
El blog sigue estando vivo desde el momento que uno decide que siga vivo. Como he comentado, en nuestra vida hay momentos muy distintos en los que el tiempo a dedicar a cada cosa es distinta. Ahora me toca volcarme en los pequeños y en la familia (no ha sido un comienzo de año fácil) dejando el tiempo que me resta del trabajo a practicar un poco de deporte (Running y TrailRunning) y sentarme apenas una hora a ver un capítulo del alguna serie antes de ir a descansar.
El contacto fuera del trabajo con el ordenador y el cacharreo es bastante bajo ahora mismo y por ello el blog se resiente, pero como digo, el blog sigue aquí, sin entradas en bandeja o previstas, pero con un hueco personal que me sigue gustando que exista.
No dejéis de visitarlo para leer mis entradas más relajadas, meditadas y con “esencia”.
¿Seguís con vuestros blogs personales?